En esta semana festiva, ofrecemos una interesante conferencia en el Centro Cultural Valdebernardo, dentro del ciclo dedicado a la Literatura madrileña.
Será el jueves 14, a las 19:00 horas.
El título de esta semana es "Las imprentas madrileñas y El Quijote"
Resumen: El trabajo de producción, elaboración y distribución de libros en el Siglo de Oro corresponde a 3 grupos de profesionales: impresores, libreros y mercaderes de libros. Si es fácil establecer la diferencia entre impresor y mercader de libros, el concepto de 'librero' y la utilización del término se presta muchas veces a confusión ya que así se denominaba indistintamente al editor (que no aparece como tal hasta el siglo XIX), al encuadernador y al comerciante de libros.
Impresores y libreros, pergamineros y encuadernadores mantuvieron estrechas relaciones familiares viniendo a formar auténticos 'clanes'. Los negocios familiares y los oficios se suceden a veces durante varias generaciones, ya que se trataba de tiendas o talleres creados con esfuerzo personal y cuyos frutos se intenta que no salgan de los límites de la propia familia. De las familias españolas, se prolongan especialmente en el tiempo dentro del mismo oficio, las dos ramas de los Robles: la alcalaína y la madrileña.
Considerando esta amplísima y enmarañada familia de impresores y libreros cuyo tronco fue Sebastián de Robles, se puede afirmar que todo el negocio editorial, de impresión y de encuadernación de Madrid, desde finales del siglo XVI hasta comienzos del XVIII estuvo en manos de una sola familia. 'El Quijote' resulta un avance tan prodigiosa para la novela universal, y su invención y su técnica tan prodigiosas, que la crítica ha buscado desde hace muchos años todos los antecedentes que pudieran ayudar a entender la gestación de este 'milagro' literario.
Del mismo modo, muchos son los que han intentado responder a la pregunta ¿Quién fue Don Quijote?. En el siglo XX la investigación sobre el tema se centró en 'el modelo más probable' llegando la investigación a proponer a unos primos hermanos de Esquivias (Toledo), Alonso y Gabriel Quijana Salazar, ricos hidalgos de finales del siglo XVI que tuvieron negocios con la familia de la mujer de Cervantes, y que pudo haber conocido 'el manco de Lepanto'.