La violencia de género es la manifestación extrema de la desigualdad entre hombres y mujeres. La magnitud de este fenómeno cuestiona día a día los derechos fundamentales de muchas mujeres -derecho a la vida, a su integridad física y psíquica, a su salud, a su dignidad y libertad-, que constituyen valores inviolables de la persona y por tanto, supone un obstáculo para el desarrollo de una sociedad democrática.
El control de la pareja
ejercido a través de aplicaciones como Whatsapp, Instagram, Facebook o Tuenti y
los comentarios manifestados en las redes pueden convertirse en un tipo de
violencia psicológica en el que las jóvenes se ven inmersas sin ni siquiera
detectar que están siendo objeto de maltrato. Estas agresiones “on line” pueden
convertirse en los primeros pasos hacia la violencia física, aunque la
“ciberviolencia de género” hace por sí sola tanto daño o más que el físico, ya
que, por una parte, traspasa el ámbito privado y, por otra, entran en juego dos
factores propios de las redes sociales, como son la viralidad y la perpetuidad
de los mensajes.
Las conductas más
frecuentes de la “ciberviolencia de género” suelen ser la difusión de
comentarios ofensivos, de fotografías o vídeos íntimos, y también los insultos,
los comentarios humillantes y discriminatorios, así como las coacciones y las
amenazas. Pero también existen otras acciones como espiar el móvil de tu
pareja, usar dispositivos de espionaje o geolocalización con tu pareja o
expareja o acceder sin consentimiento a sus perfiles en redes sociales;
conductas que, al igual que las anteriores, pueden ser constitutivas de delito.
Lo más alarmante es que
las jóvenes y adolescentes asumen este tipo de conductas como normales, no las
identifican como maltrato. Puede que no las identifiquen así porque desconozcan
que tienen unos derechos (derecho a la intimidad, a la dignidad, al honor y a
la imagen) y que estos derechos deben respetarse siempre. También en las
relaciones sentimentales o de pareja. Quizás estas jóvenes desconocen que el
respeto de estos derechos es absolutamente compatible con los sentimientos, que
tu pareja o tu novio no te quiere más porque te controle el móvil porque quiere
saber dónde y con quién estás en cada momento y que tú no le demuestras más
amor a tu novio dándole tus claves de acceso a tus redes sociales.
Por eso es tan importante la concienciación entre
los jóvenes y adolescentes y la sensibilización para la prevención de la
violencia de género a través de campañas de concienciación y prevención.