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10 de febrero de 2021

Entrevista a Cristina Bernal, "La Bernalina". Actuación el 19.02 en el CC El Madroño

 

 

 

 

El próximo viernes 19, a las 19:00 horas, contaremos con la actuación de Cristina Bernal, en el personaje de "La Bernalina", con su espectáculo "Clandestina".  Será en el Centro Cultural El Madroño.

"La Bernalina" es una peculiar cupletista exquisita de principios del siglo XX, revivida para la gloria del cuplé y las variedades en pleno siglo XXI. 

Os ofrecemos una pequeña entrevista con la misma, con el objeto de daros más pistas de este interesantísima actuación prevista para este fin de semana. 




Hola Cristina, buenos días. Queríamos empezar preguntándote por tu dedicación a este género. El cuplé es, a estas alturas del siglo XXI, bastante desconocido. Las referencias que tenemos de él más recientes son las de Olga María Ramos, que solía actuar en Las Vistillas por San Isidro, su madre y su Café de la calle de La Palma, y sobre todo Sara Montiel y sus películas de los cincuenta y sesenta. ¿Cómo una chica joven como tú decides recuperarlo y dedicarte a este género?

 

Pues de una manera casual; era estudiante de la RESAD (Real Escuela Superior de Arte Dramático), y para realizar el proyecto de fin de carrera elegí un monólogo musical, pues  siempre me ha llamado mucho la atención el teatro musical.

Cuando lo leí por primera vez no conocía las canciones, pero eran la mayoría cuplé; investigué y me llamó mucho la atención, me divertía muchísimo y mis profesores me decían que se me daba muy bien el género, tanto en el aspecto vocal como en el interpretativo. Cuatro o cinco años después y de modo casual surgió el personaje de "La Bernalina", con la colaboración de mi primer pianista, Miguel Tubía, que había sido profesor mío y  que además había acompañado a muchas cantantes de cuplé, desde Lilian de Celis a Estrella Blanco, pasando por Olga María Ramos y Sara Montiel y que  conocía bien el repertorio,  y con Alberto Conejero, que también gustaba del cuplé y fue el creador de  los primeros guiones de La Bernalina. Me metieron en vena esto, y "La Bernalina" ha ido creciendo con el tiempo, se ha hecho grande y forma parte de mí, no puedo prescindir de ella. 

 

Se trata de una artista renacida en 2007, tras haber desaparecido en los albores de la Guerra Civil y ver de nuevo la luz, con las obras de soterramiento de la  M-30 en la zona del Manzanares. Ante este hecho, la primera pregunta que uno se hace es: ¿cómo ve una mujer del siglo pasado la compleja y tan diferente sociedad actual?

 

"La Bernalina" apareció como una artista resurrecta, decidimos hacer este personaje de una mujer venida de inicios del siglo XX en 2007. Cuando arrancamos era como una extraterrestre. Daba mucho juego con el tema de las nuevas tecnologías, los avances, ... Hacíamos muchos chistes.

Luego hemos ido variando, claro. El espectáculo de Vicálvaro, "Clandestina", se ubica en la España de Primo de Rivera, en plenos años veinte; En él, "La Bernalina", cupletista "sicalíptica y exquisita" junto a su pianista Genaro, y Agapito, "el mayordomo" organiza una fiesta clandestina a las que invita a personajes ilustres del momento. do 

Aprovechamos que en aquella época se daban los últimos coletazos de la gripe española para incluir el tema de la pandemia, y las implícitas medidas de seguridad.

 

 

                       

 

Sí claro, éste tema de la pandemia es una pregunta obligada... El salón de actos del Centro Cultural ha visto reducido su aforo de 240 plazas a una cuarta parte aproximadamente. Tiene que ser complicado actuar así, con el público separado, sin verles las caras ...

 

Pues sí, en mis espectáculos  el público es un elemento más, un personaje más de los mismos. Al no poder tener su "feedback" hay ciertas cosas que no se pueden hacer del modo habitual. 

Por suerte, el actor con el que comparto escenario, Ángel Burgos, es una máquina, con muchas tablas; lleva muchísimos años haciendo teatro, revista, cabaré, es un maestro de la improvisación y del contacto con el público. El no poder tener ese contacto físico es una limitación, claro,  pero intentamos sacar fuerzas de flaqueza y parodiar situaciones. Hay momentos en el espectáculo en que normalmente sacaba a gente a bailar conmigo, evidentemente ahora no se puede hacer al modo habitual, pero nada impide ponerte a dos metros de una persona, y hacer  como que te está agarrando, es mucho más cómico, es rizar el rizo de las limitaciones de la pandemia...

Y lógicamente hay que reinventarse, tener el pulverizador a mano para que no haya problema de contacto y emplear siempre las mascarillas, claro... Contamos con unas mascarillas que nos hemos confeccionado muy características; más que disimular la situación, las protecciones,  lo hacemos evidente para que sea mucho más divertido y reírnos más y pasarlo mejor. 

El no poder ver la respuesta del público, la risa, la sonrisa -muchas veces el espectáculo no lleva a la carcajada sino a la sonrisa-, se hace muy difícil, pues no sabes si están disfrutando o detrás de las protecciones se refleja el aburrimiento. En este sentido sólo nos queda esperar a que esta situación acabe pronto y podamos volver a la normalidad. 

 

Un tema que creo que no hay que olvidar es el homenaje subyacente que hay en tus espectáculos a las pioneras del género: La Fornarina, La Argentinita, Raquel Meller, ... mujeres fuertes e innovadoras, que fueron rompedoras en su momento y hoy están en el olvido...

 

Pues sí. Olga Ramos o Sara Montiel recopilaron  el repertorio de las primeras, las de inicio de siglo: La Fornarina, Raquel Meller, La Bella Dorita, ... pioneras y auténticas. Todo lo que ha venido después está inspirado en ellas. Fueron mujeres que se ganaban la vida en el escenario, algo no bien visto en la época;  a veces tenían que alternar al finalizar su actuación con clientes. Fue  una epoca difícil para la mujer, pero también un momento de cambio:  cambiaron las modas, se acabó con los vestidos hasta los pies y ya no había que estar tan ajamonada para cumplir con los cánones de belleza; podían hacer deporte, cuidarse, tener un poco de independencia, fumaban y bebían... Era el inicio de otra época,  y sobre el escenario estas artistas funcionaban como un altavoz de cosas que en la vida cotidiana no se podían decir. Ciertamente eran un elemento reinvindicativo, un elemento más en busca de la libertad de expresión.

 

Las nuevas  generaciones, tanto de hombres como de mujeres, tienen que conocer estas artistas y sus obras, y reivindicarlas de cara al presente y al futuro...

 

Eran tremendamente provocadoras. Hoy en día nos puede parecer una tontería, algo del pasado, pero lo cierto es que hay canciones que he rescatado que son de inicios de siglo, de 1910 o de 1915 y siguen siendo actuales, provocan la risa o la sonrisa, sorprenden que tengan más de cien años. Funciona mucho su doble sentido, no son explícitas, persiguen el juego, la doble intención, ponen en marcha la imaginación, mucho mejor que lo explícito, claro.

 

Comparto los comentarios que te dedica Esperanza Roy en el sentido de que es un género muy difícil de interpretar, complicado de llevarlo bien a escena, pues sólo una buena artista puede evitar que no se vaya de las manos y mantener en todo momento el equilibrio.

 

Es muy fácil irte a lo soez, a lo evidente; mantener la clase, el glamour, es complicado. Pero bueno, ya es larga la  experiencia en ésto, y he trabajado con muchos públicos a lo largo de los años.

 

Muchas gracias Cristina. Sólo nos queda finalizar con una recomendación. Y es que, si  Esperanza Roy alaba tu trabajo, si una grande lo hace, qué vamos a decir los demás... Solo podemos acudir el próximo viernes 19 al Centro Cultural El Madroño y disfrutar de "Clandestina". 

 

(Más información y vídeos de "La Bernalina" en su web , dela que se han obtenido las imágenes que acompañan a este texto.)