Liquidámbares en Avda. Daroca |
Segunda entrega dedicada a la flora del Distrito. En este caso nos vamos a centrar en la ornamental, en algunas de las especies más llamativas que podemos encontrar en parques y jardines de Vicálvaro en otoño.
Si lo más sencillo sería dedicarnos a alabar los elevados plátanos que se alinean en San Cipriano, o los arces negundos de Villablanca, por ejemplo, vamos a ocuparnos sin embargo de algunos menos conocidos, bien por su reducido número, bien por su escaso porte, bien por su relativa juventud en nuestras calles y zonas ajardinadas.
Vamos a hablar de tres especies arbóreas: El Naranjo de Luisiana, el Árbol de los Farolillos y el Liquidámbar. Vienen a colación por distintos motivos.
Naranjo de Luisiana en el Parque Valdebernardo |
Frutos del naranjo de Luisiana caídos |
y tres meses en buen estado)
Frutos del Naranjo de Luisiana. Detalle |
Naranjo de Luisiana. Copa. Se pueden distinguir los frutos sin madurar aún |
Jabonero. Detalle de los frutos |
Se trata de un árbol de crecimiento lento, resistente a la contaminación y a la sequía, frondoso caducifolio y de porte esférico, cuya altura media en edad madura es de 8/10 metros. Su valor ornamental recae en la variedad de colores que muestra: Sus hojas adquieren ahora una intensa tonalidad amarilla, mientras que sus frutos tornan marrones, con aspecto coriáceo. El nombre común de la especie proviene de éstos, en forma de farolillo, que permanecen en el árbol hasta bien entrado el invierno, cuando hace meses que perdió la hoja.
Por último, el liquidámbar (liquidambar styraciflua) es también originario de América del Norte, e igualmente se ha introducido en nuestra jardinería por la belleza de sus colores otoñales (sus hojas que recuerdan al arce abandonan el verde oscuro del verano tornando en brillantes amarillos, naranjas, rojos y púrpuras), su porte piramidal, que permite su alineación en aceras y medianas, su densa sombra en verano. Sus frutos esféricos recuerdan al del castaño de Indias. En Vicálvaro lo podemos encontrar en la mayoría de los parques, pero sin duda los ejemplares más llamativos los encontramos en la mediana de la Avenida de Daroca, en el tramo comprendido entre la Calle Calahorra y la conexión con la M 40.